Nidia Olvera
@nidotzin
Desde tiempo atrás los barrios y pueblos de Xochimilco se han caracterizado por el cultivo de todo tipo de plantas y hortalizas. Como el mismo significado de su nombre en náhuatl lo indican se trata de una “tierra sembrada de flores”, en donde gracias a las centenarias chinampas continúa siendo uno de los territorios más verdes y floreados de la Ciudad de México. En esta zona lacustre se puede encontrar todo tipo de productos tradicionales como el maíz, quelites, nopales, huanzontles y verdolagas; asimismo flores como geranios, cempoalxóchitl y noche buenas son parte de los principales cultivos xochimilcas. Aunque estos recursos vegetales han variado a lo largo del tiempo, en algunos momentos de la historia otras especies como la cannabis, también conocida por algunos como “verdolaga o lechuga sagrada”, o la famosa flor narcótica de la amapola fueron sembradas antes de ser prohibidas en el año de 1920.
En los años treinta la Policía de Narcóticos realizó recorridos en la zona de Xochimilco y Tláhuac, donde detuvieron a varias personas con “hierba seca” y arrancaron varias plantas de marihuana que se encontraban cultivadas en la zona. Los siguientes años se incrementaron las redadas y terminaron encarcelando a un campesino xochimilca, debido a que tenía cultivado un campo entero de amapolas. Sin embargo, la flor de la adormidera ha tenido varios usos –además de la conocida extracción del opio de sus bulbos– como en la repostería o el ornamental. De hecho la flor de la especia Papaver somniferum se sembraba sin problemas en Xochimilco y otras zonas lacustres de la ciudad, e incluso en el pueblo de Santa Anita se realizaba la “fiesta de las Amapolas” a mediados de abril.
Todavía durante la década de 1940 campesinos de Xochimilco acostumbraban usar las bonitas flores de amapola para decorar los canales, en las festividades el viernes de Dolores y las vendían al menudeo a los paseantes de la Plaza México. Aunque estos cultivadores decían no saber de sus propiedades narcóticas, las autoridades optaron por destruir las siembras de la adormidera y castigar a los cultivadores, por lo que los cultivos de especies psicoactivas ilegales disminuyeron y pasaron a la clandestinidad. Quizás si se logrará una regulación de las drogas, algún día las flores de amapola o de marihuana vuelvan a florecer en las chinampas de Xochimilco.
Parece parte de una utopía amapola y marihuana floreciendo en chinampas de Xochimilco, espero vivir para verlo algún día