mota comix DENOMINACIONES INDÍGENAS DE LA MARIHUANA EN MÉXICO.

La legalidad acecha, pero la libertad tendrá restricciones

Dr. Cannabis
La legalidad de las conductas pachecas nos acecha, y parece cada vez más cerca de ser reconocida
en México. Sin embargo, aún no sabemos si seremos libres de consumir en espacios públicos o si
nos seguirán persiguiendo y extorsionando por hacerlo, los escenarios son diversos.
¿Dónde estamos?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha resuelto 5 casos sobre la inconstitucionalidad
de la prohibición absoluta de la mariguana y ha publicado, en febrero pasado, las tesis
jurisprudenciales sobre dicha inconstitucionalidad; con ello, el poder judicial pasó la pelota a la
cancha del poder legislativo, el cual ahora tiene que armonizar las leyes sobre mariguana con la
Constitución Política Mexicana en un plazo de “90 días”.
Llegar a esto ha sido una proeza, mi admiración a quienes empujaron los juicios para que la
Suprema fallara en la dirección que lo hizo.
El poder legislativo tiene ahora la obligación de incluir en las leyes los derechos que nos han
negado todas las autoridades, como son los derechos al consumo y al cultivo para consumo
personal -ambos parte del derecho al libre desarrollo de la personalidad, según la misma SCJN-.
Para ello, el Senado ha realizado una serie de foros sobre el tema.
En el primero de los foro, organizado por la Comisión de salud, Víctor Gutiérrez -abogado de
MUCD- señaló lo brumoso de los tiempos referidos para la armonización de las leyes; el legislativo
tiene “90 días”, pero no hay claridad de si refieren a días naturales, hábiles o de un tercer tipo.
Ante la incertidumbre que asaltó a los senadores, el Presidente de la Comisión de Salud del
Senado, Miguel Navarro, señaló que la fecha límite para legislar era septiembre u octubre.
Durante un segundo foro, organizado por la Senadora Jesusa Rodríguez una semana después,
Navarro lo confirmó, pero echó la pelotita un poco más allá, el límite para armonizar las leyes es
octubre… ¿Cómo creerles si son políticos?
Los foros continúan, ya hubo un tercero en el Senado. Y los diputados no piensan quedarse atrás,
ya amenazaron con hacer sus propios foros. Cuento de nunca acabar que agradecen quienes
participan del mercado negro.
El poder ejecutivo, por su parte, a través de las redes sociales de la Secretaría de Seguridad y
Protección Ciudadana realizó una encuesta sobre la marihuana, la cual contenía una sola pregunta:
“¿La marihuana debería ser?”; y dos respuestas posibles: “1. Legal” y “2. Ilegal”. Los resultados han
sido abrumadores: En twitter hubo 86,996 votos, 81% a favor de que sea legal; mientras que en
facebook hubo 10,600 votos, 92% a favor.
Ya son pocas las voces contra la regulación, por lo que la legalidad acecha a los pachecos, pero
¿Qué tan libres seremos de consumir?
Suponiendo que el legislativo respetará los fallos de la SCJN -que el consumo es parte del derecho
al libre desarrollo de la personalidad y que es necesario el cultivo individual o colectivo como
forma de aprovisionamiento-, los escenarios posibles para los usuarios son cuatro:
a) Los usuarios podrán consumir en espacios públicos, con restricciones similares al tabaco .
Esta es la propuesta en la iniciativa presentada por la entonces Senadora de Morena, Olga Sánchez
Cordero: Consumo de mariguana de forma similar al tabaco.
Esta propuesta ha encontrado cierta resistencia en capas conservadoras de la sociedad, que
basadas en el estigma de la yerba como fuente de crimen y enfermedad repiten que el consumo
libre los pondrá en riesgo; sin embargo, es óptima en términos de liberar a las policías de la
responsabilidad de perseguir usuarios, lo cual evitaría el desperdicio de una alta cantidad de horas
policías que debieran ser usadas en perseguir delincuentes.
Una alternativa que considera el derecho de no usuarios es que no se libere el consumo en todos
los espacios públicos, sino que se limite a espacios públicos de consumo tolerado de mariguana,
especialmente en zonas de alta densidad poblacional. En comunidades donde el espacio abierto es
abundante, este tipo de restricciones no tendrían razón de ser.
b) Los usuarios podrán consumir en espacios privados, pero no en espacios públicos .
Esta sería una medida que reconocería el derecho de los usuarios a consumir, pero significa un
avance pírrico en términos de normalización de los usuarios y sus derechos, ya que el consumo en
espacios privados nunca ha estado penado.
Es la opción preferida por los conservadores que se niegan a reconocer el derecho de los
consumidores al espacio público, “que consuman, pero lejos de mi vista”, y que buscan modificar
la iniciativa Sánchez en este sentido.
En este escenario, el consumo en espacios públicos continuaría siendo una falta administrativa,
por lo que a los usuarios se nos seguiría persiguiendo y, si no hay un cambio legal respecto a la
posesión -no incluido en la iniciativa de Morena-, también sembrando mariguana para detenernos
por posesión (narcomenudeo) y/o extorsionarnos para no presentarnos ante el MP; esto es, los
usuarios seguiríamos siendo carne de cañón para que las autoridades eleven las estadísticas de
detenciones de presuntos delincuentes y justifiquen su trabajo: “detuvimos miles de
narcomenudistas. Ya hay menos inseguridad”.
c) Los usuarios podrán consumir en espacios de uso público sí son cerrados .
Los usuarios de mariguana podrían consumir en espacios de uso público sí son cerrados y
específicos para consumidores – coffeshops o clubes de cannabis-, pero no en espacios públicos
abiertos.
Esta es un escenario sustancialmente distinto a lo establecido por la iniciativa y las leyes de
espacios libres de humo de tabaco, ya que permitiría el consumo en lugares públicos cerrados. Es
un escenario probado en distintos países, aunque puede limitar a quienes no cuentan con recursos
para pagar su acceso, razón por la que países como Uruguay lo combinan con el consumo en
espacios públicos abiertos.
d) Los usuarios podrán consumir en espacios públicos sin restricciones .
Sería una propuesta más liberal que la iniciativa Sánchez. Los usuarios de mariguana podrían
consumir en espacios privados y públicos sin restricciones. Este es un escenario que nos pone en
riesgo de confrontación con los derechos de los no usuarios, y parece el menos probable de todos.
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Hasta aquí los escenarios posibles, sin duda la regulación de la mariguana está cerca, pero los
usuarios todavía debemos luchar por la libertad de ejercer nuestros derechos. ¡Contamos con
ustedes!
En tanto, hacemos un llamado a los usuarios a mantener la prudencia, el consumo en vía pública,
la posesión y el cultivo continúan ilegales para casi todos -excepto los amparados-; por lo que
debemos continuar en alerta al momento de ejercer nuestros derechos.

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